Una mirada al vacío,
otra a la realidad;
un pie en la soledad,
y otro en el olvido.
Mi cabeza en una
bolsa de plástico,
caminando a ciegas,
mordiéndome los
labios,
apretando mis manos
hasta no sentir nada.
Soledad y después la
esperanza,
baila y juega conmigo,
se mofa y después, sin darme cuenta,
se aleja, me deja y me condena.
Recuerdos cálidos
en mis sesos
entintados,
paredes derrumbadas
de un corazón polvoriento;
¡Esta es mi actuación
sobre el escenario!
Tus abrazos y tu presencia,
música tierna…
escribo a la soledad
al aislamiento y al
olvido
a mis momentos de realidad.
a mis momentos de realidad.
cuervo