la bebida más rica es la cerveza,
cuando miro tú rostro
como si fuera el cielo;
azul , equivocado y
confuso.
Cuando estoy perdido
y las sonrisas cruzan la mesa de madera sucia;
de pronto sostienes
mi antebrazo,
me siento intrigado.
Entre la nostalgia
añeja;
destellos dorados imaginarios
en una piscina de licor,
en mi modo más brutal
y honesto.
Soy el más ridículo
de los soñadores,
que sangra sobre sus
sueños,
destinado a tragarse las ganas,
atado al sufrimiento
predestinado.
Y en realidad no hay
nada que pueda hacer,
el humo de cigarrillos
robados impregnará mi ropa,
el tiempo disipará
mis dudas,
y la noche terminará
con un poema maldito.
cuervo