mundo en gris y
esperanzas vacías,
nihilismo a flor de
piel,
caminando sin rumbo por
calles frías y peligrosas
El mundo ha terminado
varias veces desde entonces,
meteoritos y profecías
mayas,
devaluación, pobreza
y gritos de esperanza
social sobre oídos sordos
No hay cabida para
una persona normal,
uno es ninguno,
la mayoría es necedad,
todos los movimientos
terminan en tristeza colectiva.
Ahora me pregunto por
lo que me depara el futuro,
trataré de aceptarlo
con una sonrisa;
la bendición de la
muerte o la neblina del amor,
en la felicidad o agonía,
una sonrisa sincera.
El renacimiento ha
llegado,
dejar todo atrás sin
negar el pasado,
con miras a los nuevos
momentos misteriosos,
lúgubres o serenos, todos
llenos de lo que es la vida.