jueves, 2 de junio de 2016

Belleza

Bendito sea lo profano,
las cosas ocultas que se niegan a salir de las sombras,
todo lo que la gente detesta,
lo pútrido que le da sabor al mundo.

Debajo de los puentes donde huele a orina,
el metro más caliente que el sol,
las calles y sus coladeras hediondas,
la salida del hospital y los vagabundos.

El olor a sepsis invade mi alma,
líquido biliar y secreciones intestinales,
piel quemada,
líquido amniótico y meconio.

La belleza puede ser vista en lo repugnante,
lo asqueroso y retorcido;
yo solo aprecio lo mundano,
me gusta lo que está cerca de mí.


Cuervo