mientras el viento la
deforma,
los rayos del sol
pasan a través de ella,
deslumbran mis ojos y
me quedo con su recuerdo.
Los sueños y la
realidad se han fusionado,
el tiempo se detiene
y se consume en mis manos,
mis pies son débiles
ahora
y me duele abandonar
el lugar que he ocupado.
Mis palabras se
convierten en ecos olvidados,
mi sangre se calienta y explota sobre mi ropa;
me inunda el odio y
el desprecio,
el miedo circula debajo de mis pies.
Sé que no estoy
soñando;
sé que no estoy despierto;
el viento penetra mi
piel,
se queda acumulado en mi pecho.
La felicidad y la
tristeza bailan al unísono,
mi cabello se cae y
se pinta de blanco,
la música ya no entra
por mis oídos
sale de mis dedos y
se convierte en humo.
El sentido de la vida
se disloca,
puede ser que nunca
lo tuvo y nunca lo tendrá;
la vida se queda
corta,
el universo ha
corrompido mi mente.
Cuervo