jueves, 10 de mayo de 2018

¡Bienvenida soledad!


¡Bienvenida soledad!,
no puedo escapar de ti…
 este día te recibo con los brazos abiertos,
con mi alma desnuda.

La negrura de la noche es testigo del amor que te profeso,
de la desesperación que me causas
y del silencio que llamas;
de mis intentos fallidos de escapar.

No importa lo que haga
siempre regresarás a mí,
 me encontraras sollozando en algún rincón
solo para envolverme de nuevo.

Todo lo que haga o diga, incluso mi suerte,
todo me conduce a ti;
mi dulce maldición,
mi única y eterna compañía.

Destrozado el día de hoy te acepto,
para siempre...
ya no voy a intentar escapar,
me rindo ante tu grandeza.

Cuervo