Una taza de café y música
mientras mis ilusiones
se congelan,
cuando mi vida se ha
quedado estática
y las líneas guías del
amor me flagelan.
Cartas olvidadas en
una caja de zapatos,
concentrándose, vertiendo
su veneno en mi habitación,
cuando mi mente se
llena de pesadillas y harapos
y mis ojos estallan
en pus y pasión.
Varios años de lo
mismo y el polvo que se acumula,
la esperanza y la
espera,
el odio a las cosas que me estimula,
nada de lo que un
tipo sano y feliz sintiera.
¿Qué es lo que hay en
la luz
y de que se alimenta
la felicidad?
meto mi cabeza en la
oscuridad cual avestruz,
ya no niego mi afinidad
a la oscuridad.
El corazón en construcción
de un inválido social,
un pervertido y sucio
gusano infeliz,
bastardo existencial
y la pérdida de la
materia gris.
Involuciono, me desvanezco,
voy en retroceso,
desaparezco y lo merezco
y no me esfuerzo.
Ha llegado el final
del prisionero,
la cadena se ha roto
en el intento,
el camino es largo y
traicionero,
escaparé del pozo
aunque sea lento y violento.
cuervo
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