lunes, 17 de agosto de 2015

Verano

Te vi en mis sueños
en algún lugar lejano del país,
donde la arena era blanca y se extendía hasta la eternidad
y el océano acariciaba nuestros pies con espuma salada.

Días blancos de verano,
navegando en sueños silvestres,
tomando tu mano debajo del sol bondadoso,
todo el día caminando sobre blanca arena.

La tranquilidad avanza hasta mi corazón
y lo transforma en plata y cristal,
los días pasados son espuma
y el futuro el cariñoso sol.

Todos se han ido ahora,
pero en mi soledad navego en esta nube extraña,
mi alma relajada rebosante de tranquilidad,
abandonando lágrimas y risas de antaño.

El mundo vuela tan ligero este día,
no importa el día o la noche,
cualquier hora es buena para quedarse dormido,
para después despertar con una sonrisa verdadera.

He visto la cara de la noche,
la sonrisa del día,
el mar dibujando sobre mis nuevos pensamientos,
y a la compañera de mi alma.

cuervo

domingo, 16 de agosto de 2015

Llanto de la ciudad

Hoy recuerdo ese día
debajo del llanto de la ciudad,
en medio de la calle, unidos en gritos de esperanza,
olvidando nuestros orígenes y expulsando demonios.

La lluvia arreciaba pero los corazones ardían,
en medio del diluvio no busqué ningún refugio;
y de pronto, una sombrilla de colores,
llevada a mí por el ángel más hermoso.

Los días nublados son los más bellos,
desde ese día sonrió a las sombrillas;
poder estar tan cerca de la felicidad,
 debajo de la lluvia junto a la mujer de cristal.

Tan frágil y feliz,
temblando bajo la lluvia cruel,
yo solo sostenía el paraguas cual caballero de antaño,
cubriéndola, guardián noble enamorado,
solo nos miramos y sonreímos sin mediar palabra.

Un momento más grande que solo un momento,
más significativo que un beso,
más fuerte que el ferviente calor de mil corazones enfurecidos;
para nosotros, una grata despedida.

cuervo

viernes, 7 de agosto de 2015

Solitario

Un solitario de verdad,
olvidado a los pocos días,
prescindible, reemplazable;
el fantasma de todas las fotografías.

Tanto tiempo mirando por la ventana,
el sol aparece tan rápido como la luna;
aun así duermo toda la mañana para desactivarme,
para evadir las cuatro paredes que me encierran.

¿Qué será de mis futuras historias?
¿Qué voy a alardear al mundo?
¿La esclavitud a mí mismo
 predestinada como una maldición inventada?

Tanto tiempo solo,
entre el polvo y recuerdos imaginarios,
con mis escapes en sueños
y la realidad alterada inconscientemente.

Soledad que echa raíces,
cada día más difícil zafarse de ella,
celosa amante nefasta,
destructora de esperanzas y creadora de realidades alternas.

Cuervo