Ahora nada importa,
seguiré caminando,
con los ojos cerrados
pies sangrantes en silencio sepulcral.
Tus ojos ya no me
miran,
la luz fue removida
de mi camino,
ya no importa nada,
ni saber a dónde voy.
Mis valores jamás existieron,
no sé que estaba
intentando,
nada de lo que
pensaba era real,
el camino nunca fue
de pavimento.
Ahora entiendo todo,
me he condenado a
esta porquería,
he caído y mis
piernas están rotas,
estoy ciego y enfermo.
¡Que más da la muerte!
si nunca te tuve,
no vale nada este
corazón
que se ha quedado
desnudo y llorando.
cuervo