En la miseria puedo
escribir de nuevo,
lleno de heridas que
se transparentan en mi piel,
errando por la tierra
salvaje,
maldiciendo mi
existencia a cada paso.
Tal vez merezco esto, lo merezco,
soy consciente de
mis actos,
no sé que está mal,
pero ya no puedo hacer el
bien.
He reído de la
desgracia humana,
me he reído de mi
mismo,
la pus me ha llegado
al cerebro,
no hay tratamiento
para este mal.
Mil voces llegan del
norte,
escurren hasta mis
pies,
me dan órdenes detestables,
jamás realizaré ninguna de ellas.
Porque soy libre,
mi alma es lo único que
me salva,
aunque me quieran
corromper,
aunque las voces sean
importantes.
Y he quedado solo en
este podrido mundo,
me he perdido,
trate de conseguir
algo mejor pero he fallado,
me equivoque.
Ahora hay que
soportar este infierno,
el dolor es profundo,
las letras se me tatúan
en el corazón
y la muerte parece
lejana.
cuervo
No hay comentarios:
Publicar un comentario