Soldador de colores,
dador de placeres mundanos,
paracito que infecta directo en el corazón,
mundo de sueños líquidos y sólidos.
Creador de mi razón,
sabio de larga barba y enormes telarañas;
te he visto salir de cajas musicales
y brincar de cabeza en cabeza.
En este hombre encantador
y en la triste niña triste,
en la noche y el día,
corriendo y sembrando semillas.
Saldría hoy en esta noche a buscarte,
eso me indicaba la cosa misteriosa;
y jamás regresaría a mi lugar de nuevo,
y jamás caminaría en mi jardín de nuevo.
Es un buen día para retroceder,
dejar que las criaturas me coman,
beber una vaso de agua de limón
y tener un buen sueño al dormir.
cuervo