No estoy feliz,
dejen de joder con
sus palabras de amor,
métanselas en el corazón
y recen por que se
queden ahí.
Si quisiera saber del
amor de otros no buscaría uno para mí,
me dejaría caer en el
sillón y tiraría mis armas;
dejen de gritar amor,
porque
yo sé que no lo comprenden.
Y del amor hablo
ahora,
porque en mi se ha
vuelto hastió,
ya basta de sus
amores de computadoras
y de su felicidad de
humo.
Si en verdad aman vívanlo,
no lo compartan,
es para ustedes,
es de ustedes.
Y qué sé yo si soy de
odio,
si soy el risible solitario,
el extraño
y el vagabundo.
No dejaría de mandar
cartas si existieras para mi,
no dejaría de morir
un día si te encontrara;
si la soledad fuera
solo una embustera;
si la verdad no fuera
un cuchillo.
Amen y dejen vivir,
o por favor mueran,
lenta y suavemente;
¿entienden mi pesar?
cuervo
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