El otoño se hace
presente en tus ojos,
un instante que
predomina en todo el día,
una esperanza que
quiere emerger
para conducirme con
engaños a la locura.
He visto esa mirada
antes,
en la princesa del
sol, y en la reina de la luna,
sé muy bien lo que
pasará después,
sé que mi alma está
en riesgo.
El precio de la
admiración a la belleza,
las frías calles
grises,
ríos de lluvia
arrastrando basura,
mugre y olor fétido.
Se dice que la vida continúa,
que no hay que
claudicar ante una decepción;
ante la pérdida del
alma no hay engaños,
todo lo que queda es
tan real como una herida sangrante.
Pero he visto estos
nuevos ojos,
la locura atraviesa
por mi cuerpo
como un escalofrió
interminable
¿Que más me queda
ahora?
El otoño me hace
viejo,
mi corazón se hace
amargo,
mis esperanzas
flacas,
y mi fuego se
termina.
cuervo
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