que ilumina una
habitación vacía,
es el hielo que
recubre una cueva,
el vacío de un mundo
sin esperanzas.
He visto de cerca a
las víctimas del tiempo,
seres invadidos por
el auto desprecio,
horrores producidos por sus equivocaciones,
humanos enterrados en su fantasía.
¿Y dónde termina la fantasía
y comienza la realidad?
Es imposible
diferenciarlo ahora,
en estos tiempos
decadentes
en la carencia de
todo lo que nos hacia humanos.
Somos la generación
del desprecio,
del odio y la autodestrucción,
el cáncer que hace
morir al planeta,
la infección más
repugnante y patética.
La vida ahora carece
de significado,
es existencia
simplemente,
sufrimiento
injustificado,
lágrimas
insignificantes.
cuervo
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