Me senté a esperarte en una roca,
Abrí mi vida al futuro,
Escribí de ti bajo la luz blanca de mi luna,
Escuche el canto de los grillos y sonreí.
El sol de septiembre jamás llego,
Las nubes taparon mis ojos húmedos,
Tal vez la lluvia es mi dolor
Y por alguna razón se oxidaron mis esperanzas.
Sueños dulces y cálidos ahora secos,
Me deje llevar por mi locura imaginaria,
Que tonto, ya sé que para mí solo hay espinas,
El darse cuanta ahora sale sobrando.
Todos estamos aquí y ahora,
Pero parece que algunos no;
Solo quisiera ver morir al sol,
Para que todos fuéramos sombras.
cuervodelanoche
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