lunes, 23 de enero de 2012

El deseo de un triste poeta

Si cambiáramos de color al cielo
Miraríamos en un espejo al universo,
Las estrellas serian de oro y no de plata,
La verdad afloraría en nuestras vidas.

Toda sombra abandonada en la calle
Que vierte litros de lágrimas que son evaporadas
Y la tierra seca de donde no llueve…
¡Haríamos nubes de esas lágrimas!
Para alegrar al desprotegido
Y con su felicidad animar al triste.

Si todos fuéramos hermanos de los arboles,
Y si un solo día todos miráramos el atardecer,
Si todos sintiéramos el brillo carmesí en nuestra piel
Y nos bañáramos con la sabiduría de la naturaleza,
Entonces podríamos entender a los abetos y a los arbustos,
A toda planta y a los lobos,
Y a todo animal, incluso a los cuervos.

La vida y el amor están muriendo,
El amor vuela lejos, la vida se esconde,
El amor duele cada día más porque los humanos tenemos prejuicios,
Y sin amor la vida se cae en pedazos a un hoyo.

Por eso cambiemos la vida de color,
Iniciemos con el cielo y que después siga el amor,
Que los sabios arboles ancianos estén orgullosos,
Que la vida misma florezca en nuestras manos
Y siembre semillas es nuestros hijos,
Algún día aprenderemos a ver más allá de lo que se ve,
Y entonces todos seremos parte de un mismo mundo.

cuervodelanoche

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