En la vida se guardan
risas,
se
bebe dolor y miseria,
se imagina y se crea,
se odia y se destruye.
Descansa ahora cuervo
de la noche,
tu vestimenta negra
engalana tu tristeza,
haces bien en ocultar
tu dolor con la locura,
ya no bajes tu mirada
ante los adaptados.
Invoquemos el espíritu
que yace en nuestro corazón gris,
evoquemos las imágenes
de la infancia
y con el odio impreso
en el alma,
desandamos
en silencio a la tumba.
Ya
no hay temor a la muerte
y
no es malo desearla a veces;
de
cualquier forma nada más queda;
cuervo
sin corazón.
El
ave muerta me llama a la perdición
y
he entendido su llamado misterioso;
una
pisada mas y caeremos al vacio juntos;
descansemos
querido cuervo o incéndiate conmigo.
Cuervo
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