No tengo esperanzas
de encontrar un nuevo corazón
y aun así sonrió a
veces,
mientras exista música
que encienda el camino
y mientras pueda
mantenerme en pie.
El dolor provocado
por mis alucinaciones
se va evaporando poco
a poco,
evolucionando en apatía
y truenos
que se escuchan en lo
amplio de mi cielo y el de todos.
Y que soy entonces;
pues la respuesta se
la lleva la lluvia,
se evapora y regresa
liquida de nuevo
y nos baña a todos.
Y bien, me toca ser
pobre,
de sentimientos y de
papelitos de colores;
y la verdad no me
importa mucho,
tengo un alma que
evoluciona constantemente hasta ser mejor que el oro.
Y si a veces lloro,
no me detengo, vendrá
la música a salvarme
y moveré mi cabeza en
círculos violentamente
y gritare a los
cuatro vientos que ese día soy el más alto.
Desde ahora me
importa una mierda lo que pueda pasar,
de qué preocuparse si
todo cambiara inevitablemente;
así hasta el día en
que muera
y me eleve hasta
donde los dioses no llegan.
cuervo
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