domingo, 10 de septiembre de 2017

Engaño

Puedo morir fácilmente,
si me atropella un autobús o si me cae un edificio encima,
mi alma puede arrancarse de mi cuerpo
y en un instante pertenecer al infinito.

Dejar mi alma perdida en la oscuridad
donde se encuentra viviendo desde hace mucho tiempo,
no cabe duda que sabrá cómo cuidarse,
no hay nada que la sorprenda ahora.

Y mi corazón se convertirá en arena,
al igual que mis huesos y mi cerebro;
para ser uno con la tierra,
para poder llegar al centro del planeta.

Mientras me pierdo en estos sentimientos cósmicos
una idea se apodera de mi conciencia,
la envenena y la hace morir,
perjudica toda mi anatomía.

Entonces solo pienso en tu rostro,
en las esmeraldas que yacen en tus ojos,
aquellos momentos que no pueden ser
y solo doy vueltas en círculos para poder escapar.

Sin embargo he deambulado en las fauces del abismo,
ya sé lo que me espera,
aunque ahora no puedo pronunciar tu nombre,
 me deslizo por el espiral que ya conozco.

Tengo que moverme rápido de aquí,
encontrar lo que estoy buscando es una misión peligrosa,
me enveneno de colores que ya conocía;
ese maldito purpura venenoso.

Te necesito aunque sea un poco,
unas horas solamente,  
para después poder olvidar,
para arrancarme este parásito del pecho.  

cuervo

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